“Siempre se ha hecho así”: El peor enemigo de la Mejora

“Siempre se ha hecho así”: El peor enemigo de la Mejora

Todos hemos oído hablar de las claves para el crecimiento y la competitividad de las Empresas. En general los conceptos que se manejan son conocidos por todos y tratamos de aplicarlos en la medida de nuestras posibilidades, siempre con el mejor de los propósitos.

Uno de los conceptos que todos los entendidos en la materia nos piden que grabemos a fuego es la Mejora Continua. En realidad es más una filosofía que una disciplina, ya que se trata de que toda la Organización tenga un sentido analítico de su trabajo y, de este modo, sea capaz de aportar formas de mejorar sus propias tareas.

Dado que es una filosofía, las Empresas deben trabajarlo desde el prisma de un cambio cultural y no una imposición, y eso no es tarea fácil.

El ser humano es, por naturaleza, reacio al cambio. El instinto dice que no hay que cambiar las cosas que funcionan. Es por esto que a menudo nos encontramos con una respuesta clásica cuando tratamos de provocar cambios en la empresa: “Siempre se ha hecho así”.

No debemos traumatizarnos ante este hecho. Al revés, debemos contar con que en algún momento obtendremos esta respuesta y ser capaces de disponer de argumentos e incluso formas de actuación que venzan esta inercia natural y provoquen el tan ansiado cambio de actitud en los colaboradores.

Hay acciones en las que el ser humano, salvo excepciones, se motiva y presta atención, e incluso es capaz de cambiar sus hábitos: por ejemplo con juegos y retos, sobre todo si además están premiados o se obtiene un reconocimiento.

Una de las formas más efectivas de realizar un cambio cultural hacia la Mejora Continua puede ser a través de actividades colaborativas en las que se planteen pequeños retos para conseguir ciertas mejoras, que vayan a favor de desarrollar las técnicas y actitudes para el futuro. De un modo amigable se puede obtener un gran beneficio, no sólo en los objetivos de mejora, sino en la motivación de los colaboradores que, a medio o largo plazo, supondrá un punto de fidelización (eso que se ha dado en llamar nómina emocional) para dar continuidad al proyecto.

Porque no olvidemos que las Organizaciones se componen de Personas, y éstas son las que pueden hacer que un proyecto Empresarial sea exitoso o no.

Si buscas ayuda en un servicio externo que te ayude a implantar este tipo de proyectos, no olvides averiguar su metodología a la hora de trabajar con los diferentes equipos, su grado de implicación y la forma en que comunican. Es importante para que influyan positivamente en el cambio y no sean meros «implantadores» de métodos y manuales.