¿Proveedor o Partner? El flujo de mercancía comienza antes de que ésta llegue

La cadena de suministro de cualquier Empresa comprende (o debe comprender) todo el recorrido que hacen los productos, materias primas, consumibles, etc. que se manejan para el desarrollo del negocio, partiendo desde su origen y planificando todo el flujo de mercancías hasta llegar al Cliente.

Es importante tener claro que se debe trabajar en todo el recorrido. Si visualizamos la cadena como un río y el flujo de mercancías como agua, el propósito fundamental de todo el diseño será evitar que el “agua” se estanque. Pero además debe hacerlo con fluidez, sin turbulencias. Para ello es importante manejar la información con anticipación a cada paso y ser proactivos para facilitar la planificación y que los recursos siempre estén listos para lo que viene, no para lo que llega.

El origen de todo este flujo está en los Proveedores, es a quien adquirimos los productos y materias primas, y el paso cero de nuestro “río”.

Cuando se trabaja con Proveedores, los responsables de compras se suelen enfocar en las especificaciones de las referencias que compran y, como no, en el precio. Los más experimentados tienen también en cuenta la capacidad de suministro (las cantidades que son capaces de suministrar) y los plazos estándar de entrega.

Pero hay otros aspectos que son muy importantes, y que ayudarán de forma muy notable a que todo fluya:

ETA (fecha estimada de entrega) fiable. Dar plazos estimados fiables ayuda a planificar con anterioridad las operaciones de recepción, gestión del espacio de almacén y manipulación.

Fluidez de la información. Si el Proveedor es capaz de proporcionar la información del suministro cuando éste sale de sus instalaciones.

Armonización de la gestión. Capacidad de adaptar la información suministrada a nuestra gestión. Por ejemplo: si necesitamos un albarán separado por número de pedido aunque se envíe mercancía agrupada.

Capacidad de integración. Disposición de sistemas IT que permitan cuestiones que ayuden aún más a dar productividad a la gestión: consulta de stocks del proveedor, intercambio electrónico de documentos (pedidos, albaranes, facturas, …)

Estos conceptos, bien trabajados con los Proveedores, generan fluidez en el flujo de mercancías desde el primer momento. Puede resultar sorprendente el aumento de productividad que pueden proporcionar mejoras en estos aspectos.

Que un proveedor colabore supone estar trabajando para lo que viene, y no para lo que llega

No hay que decir que nuestra Empresa debe estar a la altura de lo que exige. Debe disponer de recursos humanos, materiales y organizativos que permitan aprovechar al máximo estos aspectos negociados con los Proveedores.

Recuerda que esto es sólo el principio, una vez llega la mercancía a nuestras instalaciones, toda la responsabilidad es nuestra.

Puede ser útil recurrir a profesionales que realicen buen análisis de los Proveedores y las condiciones de trabajo con ellos, y establecezcan un plan de trabajo para conseguir que el “punto cero” de nuestra cadena de suministro quede optimizada en un tiempo razonable.